Juegos plásticos circulares

… Julio Sarramián y su trabajo Naturaleza hiper-transfronteriza, nos interpela como espectadores para que tomemos parte activa en la lectura de unas obras que nos sitúan claramente ante una exposición contemporánea del concepto de paisaje. El paisaje y su representación han sufrido constantes modificaciones en paralelo a la relación que el ser humano ha tenido con la naturaleza a lo largo de los siglos. El paisaje se convierte así en una construcción cultural, y si hasta el S. XIX el hombre sentía su poder dentro de la naturaleza, o así lo hacía representar, después del romanticismo el concepto de paisaje se va modificando.

En el S. XXI es impensable e imposible desligar nuestra visión de la lectura que la tecnología hace de la naturaleza. Las obras de Sarramián apuntan en este sentido, a la vez que nos hacen protagonistas y espectadores de estos cambios en nuestra percepción. Las formas en su pintura tienden a la geometría y esta síntesis se revela en el código que da título a las obras.

Una lectura homogénea y democrática para todos, desde internet, nos permite, mediante ese código de geolocalización, viajar hasta la imagen que se representa pictóricamente (basta con teclear el código en la aplicación de Google Earth de nuestros dispositivos móviles).

Así clasificamos y conocemos el mundo, un proceso que poco espacio deja a nuestra experiencia sensorial directa, esa que creemos verdadera, ya que lo tecnológico es ahora nuestro sentido y guía principal. Pero no nos dejemos engañar, nuestra relación con la naturaleza siempre ha estado filtrada por la técnica, ahora somos conscientes de ello. En la trayectoria de Sarramián, siempre se conjuran procedimientos del campo científico integrados en el proceso artístico. La frontera entre lo natural y lo artificial nunca ha estado clara, y seguramente también seamos conscientes ahora de que esa frontera la disponemos nosotros.

 

Elena Zapata Gamarra

Extracto del texto de la exposición Juegos plásticos circulares. Galería A del Arte, Zaragoza (2015).